El
diseño, la fabricación y el análisis de circuitos electrónicos es el
objetivo de la electrónica. El conjunto de elementos que integran estos
circuitos se denominan componentes electrónicos, los cuales se pueden clasificar en activos y pasivos.
Los componentes electrónicos pasivos
son aquellos que, por sí solos, no son capaces de amplificar o generar
señales eléctricas, es decir, que actúan como cargas (elementos
receptores de energía eléctrica), de forma que permiten reducir o
ajustar la señal eléctrico del circuito. Algunos ejemplos son los
resistores, los condensadores y las bobinas.
Los componentes electrónicos activos,
en cambio, son capaces de generar, modificar y amplificar el valor de
la señal eléctrica. Son producto del descubrimiento de los materiales
semiconductores, como el silicio y el germanio. Destacan los diodos y
los transistores, que por su importancia estudiaremos en los próximos
apartados.