Aula Z Lengua castellana y Literatura 3º ESO

LOS SUBGÉNEROS DRAMÁTICOS

La tragedia

Obra de teatro protagonizada por personajes nobles que se dejan arrastrar por sus fuertes pasiones, se enfrentan inútilmente con un destino fatal que no pueden dominar y, al final, mueren.

El público
sufre un impacto emocional (una mezcla de temor y compasión) llamado catarsis, cuyo propósito es que el espectador reflexione a fin de que controle sus pasiones, aunque solo sea para evitar sufrir las terribles consecuencias que ve representadas en la escena.

El héroe trágico:
El personaje de la tragedia está revestido de fuertes rasgos de carácter: amor, liderazgo, valentía, destreza, astucia… Pero también es víctima de sus propios defectos y pasiones que es incapaz de controlar (celos, ambición, ira, deseo de venganza…).

Los grandes temas de la tragedia:
Los seres humanos aspiran a la justicia, a la libertad y a la felicidad. Las tragedias nos cuentan que estos deseos no llegan a triunfar debido a una serie de obstáculos insalvables que se cruzan en la vida del hombre

En la tragedia clásica -->  obstáculo: el destino adverso (fatum)

En las tragedias griegas, el destino del hombre está marcado por los dioses. El héroe trágico muere o se vuelve loco al enfrentarse irracionalmente contra un destino que él no puede modificar.
En las tragedias de William Shakespeare, el destino trágico aparece cuando los protagonistas se dejan llevar por la fuerza irracional de las pasiones: los celos, la ambición o el deseo de venganza.

En la tragedia contemporánea --> obstáculo: la sociedad

En las tragedias contemporáneas (Federico García Lorca, Albert Camus, Antonio Buero Vallejo), los deseos de los personajes no chocan contra los dioses, sino contra la hipocresía, el absurdo o las estructuras injustas de la sociedad, que se convierten en obstáculos muchas veces insalvables que impiden los anhelos de libertad o felicidad de los seres humanos.
(Cuando no hay fatum y además hay elementos cómicos, se denominan dramas.)





La comedia

Los dioses, titanes, héroes y reyes que protagonizaban las tragedias griegas eran personajes muy alejados de la vida cotidiana.

El público:
El público necesitaba verse reflejado en la escena a través de personajes corrientes con los que poder identificarse. Los espectadores no buscan ya sufrir contemplando las pasiones desenfrenadas de dioses y nobles que conducen a un final trágico, sino entretenerse: surge la comedia.

La finalidad:
Es hacer reír al público al ver retratados en la escena los defectos y vicios humanos más comunes (avaricia, envidia, vanidad…). A veces, el autor aprovecha el humor para intentar reformar las costumbres de la sociedad (finalidad didáctica).
Con ella llegó el humor al teatro.

Los personajes:
Son cotidianos, los que a diario pueblan las calles. Al principio eran artesanos de diferentes oficios, soldados fanfarrones, estudiantes, tramposos, médicos, curas o maridos celosos. A partir del siglo XVIII la comedia se convirtió en el género ideal para reflejar los problemas de las clases medias y altas (personajes burgueses). Paralelamente, surgieron personajes castizos que representaban, a través de tópicos, la manera de ser de diferentes caracteres regionales: madrileños, andaluces…


La tragicomedia o drama

La palabra drama tiene dos significados:

• Drama como género literario (en oposición a la épica o la lírica); sinónimo de teatro
• Drama como subgénero teatral (en oposición a tragedia y comedia).

Como subgénero teatral, es la combinación de tragedia y comedia. Hasta el siglo XIX, se denominó tragicomedia.

El propósito de este subgénero:
Reproducir la vida real, con sus tensiones y conflictos dolorosos, en los que el público puede identificarse.

El desenlace:
puede ser trágico o feliz; pero, en conjunto, los dramas, aunque puedan tener momentos de comicidad, se desarrollan en medio de una atmósfera de fracaso, dolor, tensiones psicológicas, incomunicación o tristeza.

Confusión entre drama y tragedia:
La muerte del protagonista en un drama no es el resultado de un destino trágico, sino producto de las circunstancias de la vida. Solo diremos que una muerte es trágica si es el resultado de un fatum o destino adverso que se manifiesta desde el comienzo de la obra.



Subgéneros menores:

En el teatro español los géneros menores han tenido siempre una gran importancia. Hay una tradición de piezas en un solo acto, de carácter cómico y personajes populares que se repite en distintas épocas aunque con distinto nombre: los pasos y entremeses de la literatura de los Siglos de Oro, se llaman sainetes en los siglos XVIII, XIX y XX.

Otros subgéneros dramáticos que hoy en día se suben con frecuencia al escenario y gozan del favor del público son: el monólogo, el teatro musical o el denominado teatro colectivo.

En esta parte nos centraremos en las características de algunos de los subgéneros teatrales menores más importantes: auto sacramental, paso, entremés, sainete, farsa, melodrama y vodevil. Para acceder a un listado más detallado de los subgéneros teatrales pincha aquí:

El paso y el entremés

 Los pasos y los entremeses son breves piezas teatrales que se representaban en los entreactos de las obras mayores. Ambos tienen un carácter cómico y representan un ambiente popular. El paso se caracteriza por una mayor simplicidad técnica que el entremés, donde la acción y los personajes suelen ser más complejos.

El paso fue creado por Lope de Rueda (s. XVI), Las aceitunas o La tierra de Jauja son algunos ejemplos. Uno de los mejores autores de entremeses es Miguel de Cervantes (1547-1616), que escribió ocho entremeses entre los que se encuentran La cueva de Salamanca, El retablo de las maravillas, El viejo celoso o La guarda cuidadosa.

El sainete

El sainete es una pieza corta (uno o dos actos) de carácter cómico y costumbrista, que puede estar escrita en verso o prosa. El principal cultivador de sainetes es Ramón de la Cruz. En los más de 300 sainetes que escribió retrata con humor al Madrid de su tiempo, el siglo XVIII. El más famoso es seguramente Manolo, donde se parodian las comedias heroicas que eran pasto habitual de los teatros de ese tiempo, describiendo con lenguaje arrabalero y propio de los bajos fondos el regreso de un hampón recién salido de la cárcel a Madrid desde un presidio africano.

Un maestro del sainete del siglo XX fue Carlos Arniches, autor alicantino que procuró al teatro español de una renovación estética singular y reflejó con humor el Madrid más castizo. Su obra más destacable es Don Quintín el amargao, cuya versión cinematográfica de 1935 fue producida por el aragonés Luis Buñuel.


El vodevil

Es una comedia  ligera y mordaz cuya intriga de basa en los equívocos y  las situaciones cómicas. Generalmente se alternan números musicales con variedades.

El término es un galicismo, pues deriva del francés vaudeville.


El melodrama

Suele presentar situaciones graves y serias en las que los personajes buenos sufren despiadadamente a manos de los malos. Se caracteriza por el sentimentalismo exagerado, con el propósito de emocionar al espectador. En los melodramas asistimos al sufrimiento de unos personajes, modelos de maldad o bondad, que sucumben ante las desgracias o son premiados por su virtud.

En el melodrama teatral está el origen de las radionovelas y telenovelas que en nuestros días han alcanzado un éxito internacional.

Advertencia:
Se usa el término melodramático en sentido despectivo cuando los actores sobreactúan o exageran los gestos, se utiliza la música para reforzar las situaciones aciagas o felices y se busca exageradamente el efectismo de la puesta en escena. 

La farsa

Es una obra cómica, breve, y sin otra finalidad que la de hacer reír. Suele tener un marcado carácter satírico o burlesco y se caracteriza por la exageración de las situaciones. Son textos que se escriben para ser representados bien por actores, bien por muñecos: títeres, marionetas, guiñol, etc.

Como ejemplo de este subgénero teatral podemos citar a Federico García Lorca: La zapatera prodigiosa (1930) y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1933), obra diseñada para guiñol.

Para ampliar un poco este subgénero, clica aquí.

El auto sacramental

 Surge a finales del siglo XVI, es una obra religiosa desarrollada en un acto y escrita en verso que se representaba en la fiesta del Corpus: La trama adopta la forma de alegoría, es decir, aparecen en escena figuras simbólicas como el Mal, el Diablo, la Libertad, la Guerra, la Ambición, el Desengaño, etc.

Se representaba en las calles, sobre carros, y conllevaba un montaje escénico espectacular (ricos vestuarios, música, tramoyas sorprendentes, etc). Su finalidad era adoctrinar al público en los sacramentos de la religión católica (especialmente en la Eucaristía). Fueron prohibidos en 1765 por los ilustrados. A este género pertenece El gran teatro del mundo de Calderón de la Barca.




Subgéneros musicales


Ópera:
Obra teatral compuesta para el canto. En ella confluyen literatura, música, danza, escenografía y artes plásticas.

Zarzuela:
Obra ligera, de carácter popular, en la que alternan la declamación, la música y el canto.

Opereta:
Especie de ópera, de asunto frívolo y carácter alegre, en el que predomina la sátira.

Revista (o musical)
Espectáculo teatral de carácter frívolo en el que alternan elementos dialogados y números musicales.


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