Obra de teatro protagonizada por personajes nobles que se dejan
arrastrar por sus fuertes pasiones, se enfrentan inútilmente con un
destino fatal que no pueden dominar y, al final, mueren.
En la tragedia clásica --> obstáculo: el destino adverso (fatum)
En la tragedia contemporánea --> obstáculo: la sociedad
Los dioses, titanes, héroes y reyes que protagonizaban las tragedias
griegas eran personajes muy alejados de la vida cotidiana.
La palabra drama tiene dos significados:
Como subgénero teatral, es la combinación de tragedia y comedia.
Hasta el siglo XIX, se denominó tragicomedia.
En el teatro español los géneros menores han tenido siempre una gran
importancia. Hay una tradición de piezas en un solo acto, de carácter
cómico y personajes populares que se repite en distintas épocas aunque
con distinto nombre: los pasos
y entremeses de la literatura
de los Siglos de Oro, se llaman sainetes
en los siglos XVIII, XIX y XX.
Otros subgéneros dramáticos que hoy en día se suben con frecuencia
al escenario y gozan del favor del público son: el monólogo, el teatro
musical o el denominado teatro colectivo.
En esta parte nos centraremos en las características de algunos de
los subgéneros teatrales menores más importantes: auto sacramental,
paso, entremés, sainete, farsa, melodrama y vodevil. Para acceder a un
listado más detallado de los subgéneros teatrales pincha aquí:
Los pasos y los entremeses son breves piezas teatrales que se representaban en los entreactos de las obras mayores. Ambos tienen un carácter cómico y representan un ambiente popular. El paso se caracteriza por una mayor simplicidad técnica que el entremés, donde la acción y los personajes suelen ser más complejos.
El paso fue creado por Lope de Rueda (s. XVI), Las aceitunas o La tierra de Jauja son algunos ejemplos. Uno de los mejores autores de entremeses es Miguel de Cervantes (1547-1616), que escribió ocho entremeses entre los que se encuentran La cueva de Salamanca, El retablo de las maravillas, El viejo celoso o La guarda cuidadosa.
El sainete es una pieza corta (uno o dos actos) de carácter cómico y costumbrista, que puede estar escrita en verso o prosa. El principal cultivador de sainetes es Ramón de la Cruz. En los más de 300 sainetes que escribió retrata con humor al Madrid de su tiempo, el siglo XVIII. El más famoso es seguramente Manolo, donde se parodian las comedias heroicas que eran pasto habitual de los teatros de ese tiempo, describiendo con lenguaje arrabalero y propio de los bajos fondos el regreso de un hampón recién salido de la cárcel a Madrid desde un presidio africano.
Un maestro del sainete del siglo XX fue Carlos Arniches, autor alicantino que procuró al teatro español de una renovación estética singular y reflejó con humor el Madrid más castizo. Su obra más destacable es Don Quintín el amargao, cuya versión cinematográfica de 1935 fue producida por el aragonés Luis Buñuel.
Es una comedia ligera y mordaz cuya intriga de
basa en los equívocos y las situaciones cómicas. Generalmente se
alternan números musicales con variedades.
El término es un galicismo, pues deriva del francés vaudeville.
Suele presentar situaciones graves y serias en las que los personajes buenos sufren despiadadamente a manos de los malos. Se caracteriza por el sentimentalismo exagerado, con el propósito de emocionar al espectador. En los melodramas asistimos al sufrimiento de unos personajes, modelos de maldad o bondad, que sucumben ante las desgracias o son premiados por su virtud.
En el melodrama teatral está el origen de las radionovelas y telenovelas que en nuestros días han alcanzado un éxito internacional.
Es una obra cómica, breve, y sin otra finalidad que la de hacer reír. Suele tener un marcado carácter satírico o burlesco y se caracteriza por la exageración de las situaciones. Son textos que se escriben para ser representados bien por actores, bien por muñecos: títeres, marionetas, guiñol, etc.
Como ejemplo de este subgénero teatral podemos citar a Federico García Lorca: La zapatera prodigiosa (1930) y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1933), obra diseñada para guiñol.
Para ampliar un poco este subgénero, clica aquí.
Surge a finales del siglo XVI, es una obra religiosa
desarrollada en un acto y escrita en verso que se representaba en la
fiesta del Corpus: La trama adopta la forma de alegoría, es decir, aparecen en
escena figuras simbólicas como el Mal, el Diablo, la Libertad, la
Guerra, la Ambición, el Desengaño, etc.
Se representaba en las calles, sobre carros, y conllevaba un montaje escénico espectacular (ricos vestuarios, música, tramoyas sorprendentes, etc). Su finalidad era adoctrinar al público en los sacramentos de la religión católica (especialmente en la Eucaristía). Fueron prohibidos en 1765 por los ilustrados. A este género pertenece El gran teatro del mundo de Calderón de la Barca.