Se distinguen géneros diferentes, según la intención comunicativa y la función lingüística que predomine:
Actualmente cabe señalar que los lectores están convirtiéndose en “periodistas” improvisados que vierten sus opiniones en Internet: foros, blogs (bitácoras) y redes sociales permiten a sus usuarios registrados informar de hechos recientes y analizarlos, de modo que el carácter biunívoco de la comunicación periodística está en vías de desaparecer. Sin embargo, estas crónicas y comentarios de los lectores no siempre se cimentan en un conocimiento real de los hechos ni en un análisis riguroso apoyado en fuentes contrastadas. Cualquiera puede informar y opinar, pero no cualquiera puede hacerlo de forma fiable.
En los textos informativos, el tema es un acontecimiento caracterizado por su actualidad e interés. En cuanto a lo primero, se tendrá en cuenta que ciertos sucesos ponen de actualidad otros que habían perdido este carácter (un juicio vuelve a poner de actualidad los hechos juzgados) y que algunos acontecimientos se repiten cíclicamente y cobran interés cada cierto tiempo (la selectividad, por ejemplo).
El interés, por su parte, varía según diversos factores que pueden comentarse:
Estos factores determinan la relevancia del texto, que se manifiesta en elementos formales de presentación: ubicación (primera página/páginas interiores); espacio (superficie ocupada: a toda página, a dos o tres columnas, etc.); tipografía (sobre todo en los titulares).
Globalmente, se caracterizan por:
Consiste en el relato de hechos o acontecimientos importantes. Una buena noticia debe cumplir estos requisitos:
Es un relato de carácter informativo más amplio que la noticia (incluye hechos, precedentes, relaciones, ambientes, circunstancias, consecuencias...). Además, mientras la noticia se caracteriza por la urgencia, en el reportaje lo que interesa es la amplitud y la profundidad, por eso son frecuentes las citas textuales -entre comillas-, entrevistas con especialistas en el tema, información gráfica...
Va firmado y suele estar redactado en un estilo personal, pero ha de ser llano, vivo y preciso; se busca la objetividad informativa, pero humanizada. El el emisor se covierte en un testigo de los hechos.
A menudo presenta un carácter de denuncia de algo que es necesario corregir (delincuencia, miseria...). Destacan los de investigación, en los que, tras un proceso de documentación, el redactor ofrece sus conclusiones o tesis y las apoya con datos objetivos recogidos.
Sigue la estructura de la noticia.
En la entrevista se utiliza el diálogo en estilo directo como modo
de expresión: el
periodista realiza una pregunta e inmediatamente aparece la respuesta
del entrevistado.
El interés de la entrevista dependerá del personaje seleccionado y de la relevancia de las preguntas planteadas por el periodista. A veces, se insertan comentarios con las impresiones personales del entrevistador o se realiza, a modo de presentación, un perfil del entrevistado. Las entrevistas pueden ser de dos tipos: biográfica en la cual la persona entrevistada responde sobre aspectos personales, familiares…, e informativa donde la persona entrevistada da su opinión sobre noticias del momento o temas de interés general.
La interpretación de la realidad se realiza a través
de los géneros de opinión, pero cuando no se distinguen con claridad de
los meramente informativos, el destinatario puede convertirse en un
lector manipulado.
En los periódicos fuertemente vinculados a entidades políticas, sociales o religiosas esta “orientación” que se ofrece a los lectores acerca de cómo deben interpretar las noticias conduce en ocasiones a la adulteración de los datos objetivos. Las formas de manipulación de la realidad son variadas: se ocultan ciertos datos o se presentan como secundarios, se carga la noticia de valores connotativos, se hace hincapié en los aspectos que interesa destacar sobre los verdaderamente importantes, etc.
Los textos periodísticos de opinión Intentan persuadir al receptor
por lo que suele aparecer la
función conativa
de forma explícita o implícita. Utilizan como modo del discurso o
formas de
elocución la exposición y la argumentación. Así pues, son textos
que ofrecen interpretaciones argumentadas y juicios de
valor sobre hechos de actualidad.
Se caracterizan por su libertad de tono y estilo. Externamente se organizan en párrafos- de número variable- que se estructuran en tres partes: introducción (parte expositiva: hechos de actualidad origen de la noticia, datos...), desarrollo (argumentos, juicios de valor, opiniones...), conclusión que cierra el artículo de opinión
Supone una reflexión ponderada de un tema de actualidad del cual se
exponen las distintas facetas, se ofrecen posibles soluciones.
El editorial no va firmado nunca, ocupa un lugar preferente, siempre el mismo, pero no siempre es escrito por la misma persona. Se valoran en él los hechos con una finalidad muy definida: la creación de un estado de opinión consecuente con la línea ideológica del periódico. Por consiguiente representa la opinión del periódico, en tanto empresa, acerca de algún tema o noticia de actualidad.
Por ello, el tono es reflexivo, sosegado, ponderado y de grave madurez. Aspira a una apariencia de objetividad. La lengua que utiliza es culta, clara y normalmente sugestiva.
Su estructura no es fija, pero debe ser lógica: planteamiento del tema, exposición y análisis argumental, conclusiones y expectativas.
Un periodista de plantilla o un colaborador habitual, expone con cierta extensión su opinión sobre un tema interesante por su actualidad o por razones históricas, artísticas, científicas... Normalmente parte de la exposición de hechos para aportar su visión personal sobre los aspectos que aborda, sus opiniones y valoraciones personales.
los periódicos acostumbran a acoger la colaboración de personas que no pertenecen a su equipo de redacción. Unos son contratados como colaboradores habituales (columnistas) y tiene a su cargo una sección fija; otros son colaboradores ocasionales, que utilizan el periódico para difundir sus criterios sobre diferentes aspectos. Unos y otros firman sus artículos y se hacen responsables de sus opiniones.
Existen distintos tipos de artículos de colaboración, en especial tres:
Es un escrito de opinión sobre cualquier tema de actualidad. Debe ir siempre firmado.
Constituyen el único espacio periodístico en el que los receptores se convierten en emisores. Aunque dirigidas formalmente al director, el destinatario son los lectores, la opinión pública. Son textos muy breves, puesto que el mismo periódico pone límites a la extensión y la presentación y cuya publicación queda al arbitrio del director.
Se considera un género híbrido, a medias entre la información y la opinión.
Se trata de una valoración de hechos actuales (crónicas bélicas, de sociedad, deportivas, taurinas, de sucesos...), realizada por una persona cercana al acontecimiento o con información primaria. Normalmente está elaborado por un corresponsal fijo o por un enviado especial que está en el lugar de los hechos e informa de ellos desde una perspectiva personal.
Aparece firmada y es frecuente la valoración personal mediante la aparición de adjetivos valorativos, adverbios de modo, alguna figura retórica como la comparación o la metáfora. Existe una clara voluntad de estilo por parte del emisor, que suele alterar el orden lineal de la narración (anticipa los aspectos más impactantes o llamativos), aunque el lenguaje es claro, conciso y correcto.
Se diferencia de la noticia por su intención valorativa y del reportaje por la carga objetiva que éste último debe mantener.
Es una de las modalidades más usadas por la prensa actual. Su función es la de seleccionar e interpretar un determinado hecho. Suele aparecer firmada, ya que el periodista pretende darle su sello personal.
Para contrarrestar el atractivo o la inmediatez de otros medios de comunicación, se ofrece al lector la información acompañada de una interpretación ideológica en la que encuentra la confirmación de sus expectativas tanto o más que en el editorial o el artículo de opinión. Por lo general, el lenguaje en estos casos es más subjetivo y literario, y la postura del periodista, demasiado parcial.
Tiene puntos de contacto con la crónica, pero se diferencia fundamentalmente por la fuente de información sobre los hechos, que es indirecta en el caso de la noticia-comentario.
Es una reseña valorativa de una obra literaria, artística, de una representación o un espectáculo de cualquier tipo. Su finalidad es informar de diversos acontecimientos culturales, deportivos ...y emitir juicios sobre estos temas desde el punto de vista de un experto en la materia que se trate.
Por último, existen algunas características particulares en el
lenguaje de los titulares, que suelen estar formados por oraciones
simples y con frecuencia usan la elipsis de
aquellos elementos que
pueden ser sustituidos por el contexto.
Así, es habitual: