Aula Z Lengua castellana y Literatura 3º ESO

EL MEDIO RADIOFÓNICO

La radio se caracteriza por ser:

  1. Un medio unisensorial; medio sonoro por excelencia donde interviene el oído en la percepción de los mensajes. El texto que transmitamos debe ser sonoro y atractivo para que quien lo oiga no pierda la atención..
  2. El valor de lo inmediato e instantáneo es la principal virtud de la radio al no existir un medio más rápido con la posibilidad de transmitir acontecimientos desde el mismo lugar y en el momento en el que se producen. Su función es el seguimiento y la actualización de lo que está ocurriendo, esta ha sido su principal diferencia a pesar de que en la actualidad la televisión e Internet están pisando fuerte en el terreno de lo inmediato.
  3. La radio es fugaz. Los mensajes en radio nacen y mueren en el momento de la emisión.
  4. Es un medio unidireccional y de diálogo. Se produce por la participación de la audiencia en los programas radiofónicos. Hace de este medio un sustituto del diálogo, rompiendo la estructura del discurso y del monólogo. Además, la aparente ausencia de mediación hace que la audiencia perciba a la radio como una interlocutora real.
  5. Es imaginativa. La imaginación de quien oye la radio es capaz de crear una imagen diferente en cada persona.
  6. La radio como medio cálido o humano se vincula a lo emotivo y posibilita la sensación de compañía, de participación de la emisión. Crea una complicidad fundamental entre emisor y oyente, de ahí la exigencia de un lenguaje directo, cercano y sugerente.

EL LENGUAJE  RADIOFÓNICO

La comunicación radiofónica se basa en una serie de elementos sonoros -la palabra, la música, el efecto sonoro- y no sonoros -el silencio-. Este último puede entenderse como la simple ausencia de palabra o como una pausa. No obstante, como comentaremos más adelante, el silencio radiofónico tiene suficiente significación como para considerarlo una parte más del mensaje radiofónico por su expresividad.

LA PALABRA

Es el elemento fundamental de los mensajes radiofónicos y el único elemento capaz de trasladar contenidos conceptuales. La palabra en la radio siempre es voz. En la radio es muy importante la fonogenia del locutor, ya que la voz es su imagen, su carta de presentación. Además, ayuda a crear, en la mente de quien escucha, imágenes o escenas relacionadas con el mensaje que se recibe.

Aunque en cualquier comunicación hablada lo importante es que las palabras se entiendan, en radio es mucho más importante, ya que la ausencia del interlocutor real impide preguntas o volver atrás en lo dicho. La fugacidad de la radio hace que muchas veces el uso de la lengua tenga reiteraciones para que el mensaje sea retenido por la audiencia.

Además, es importantísima la claridad y la sencillez.  La ausencia de lenguaje gestual obliga a locutores y locutoras a matizar constantemente sus palabras con intensidades, entonaciones, etc. para que a pesar de esta pérdida del lenguaje no verbal, no carezca de ninguno de sus matices.

LA MÚSICA

Con la música, la radio consigue el apoyo para la ambientación de los mensajes radiofónicos, es decir, gracias a la música podemos enriquecer el lenguaje radiofónico.

El lenguaje musical tiene un doble sentido:

  1. Decora el mensaje; fondos musicales para ambientar un relato o una sección, ráfagas musicales para recalcar un determinado momento de la emisión radiofónica como puede ser un mensaje publicitario o unos informativos, golpes musicales para llamar la atención o decorar unas palabras, o canciones para escuchar y descansar del mensaje radiofónico.
  2. Enriquece el significado del mensaje radiofónico. La combinación palabra-música es la esencia del mensaje radiofónico. Está claro que si leemos un relato en nuestro programa y este es por ejemplo, de misterio, hacer que quien lo escuche se sumerja en el relato será más sencillo con unos fondos musicales coherentes. De igual forma, si estamos emitiendo un reportaje de un grupo musical y nos acompañan sus temas musicales esto hará que el programa se enriquezca de contenidos.

Podemos deducir que tanto con la palabra como con la música, vamos a poder marcar el ritmo de nuestro programa. Construir una emisión viva, dinámica, divertida, o por el contrario mandar un mensaje radiofónico sugerente, misterioso, íntimo, etc. De igual forma podemos equivocarnos y hacer que nuestro objetivo se vuelva monótono, triste, vacío, simple, e incluso poco interesante.

LOS EFECTOS SONOROS

La música y la palabra son sonidos. Y en consecuencia, efectos sonoros. Pero, por su importancia en el lenguaje radiofónico, merecen una atención especial. Sin embargo, podemos englobar el resto de efectos sonoros en un solo grupo llamado: efectos de sonido o efectos especiales.

Este grupo es igual de importante que el resto de elementos que conforman el lenguaje radiofónico ya que gracias al resto de sonidos la radio crea una fiel imagen de la realidad. Podemos hablar de dos funciones de los efectos sonoros: una descriptiva, que acerca la realidad y otra expresiva, que ayuda a interpretar fielmente esa realidad, dejándole libertad para recrearla en la mente de quien los oye.

Este es sin duda un amplio grupo el cual podemos dividir en:

  1. Efecto sonoro: hace referencia al uso de uno o varios sonidos de una manera aislada.
  2. Sonidos ambiente: los que hacen los locutores y locutoras en el locutorio, lo cual le da un mayor realismo al programa aunque a veces desemboca en una mala calidad de sonido si no se atiende con cuidado el uso de este tipo de sonidos.
  3. Fondos de sonido: evocan un escenario, un lugar o una situación mediante la recreación de un conjunto de sonidos que los caractericen.

La expresividad de los sonidos se concentra el los siguientes puntos:

  • Sirven para narrar el ambiente de una situación dramática o de un suceso.
  • Sirven como fondo de información o narración.
  • Pueden convertir una información en un documento sonoro.
  • Apoyan o subrayar una acción.
  • Sirven para valorar con redundancia la palabra o la música.
  • Puede sustituir a la palabra.
  • Remarcan palabras y silencios.
  • Intensifican una situación hasta lograr el clima deseado.

Ejemplo.

Un ejemplo sencillo de lo explicado en el párrafo anterior: la locutora está narrando como el detective, pongámosle nombre para hacerlo más creíble, Peter Hanson, medita sobre como comenzar un misterioso caso de desaparición cuando, de pronto, se abre una chirriante puerta (efx de puerta chirriante abriéndose) y una mujer se acerca lentamente al protagonista de nuestra historia (efx de pasos lentos y seguros de mujer con tacones). Todo esto bañado en una sugerente música soul puede conectar con la audiencia mucho más de lo que lo hiciera la locutora sólo con la palabra.

EL SILENCIO

El sonido y el silencio son dos elementos imprescindibles del lenguaje radiofónico. Hay quien opina que el silencio en radio no representa un momento de pausa sino de tensión llevado hasta el extremo. La prolongación del silencio provoca atención e incertidumbre en la audiencia. Pero el silencio, en determinadas ocasiones, también es informativo, ya que incita a la reflexión. Se tiene miedo a usar el silencio en radio ya que podría significar un fallo técnico y de hecho, en muchas ocasiones lo es, aunque no siempre.

Este último elemento componente del lenguaje radiofónico no es tenido como tal por una parte de quienes estudian el medio, si bien, como puede comprobarse en la labor periodistas como Jesús Quintero por ejemplo, su presencia es fundamental y de una fuerza comunicativa innegable.

Existen silencios rápidos, de menos de dos segundos, que se relacionan con las pausas necesarias a la hora de leer un párrafo o un texto. Y existen otros silencios más lentos, que nos ayudan a asimilar el mensaje e incluso dan pie a la reflexión de éste. También existen los llamados silencios interactivos, que son los que buscan una intencionalidad o una relación afectiva entre el sonido anterior y el siguiente. Por ejemplo, la locutora, de repente, lanza una pregunta al aire a todo la audiencia, aparece ese breve silencio de más de dos segundos, y comienza a sonar un tema musical. Programas nocturnos que intentan hacer compañía y basan su contenido principal en escuchar testimonios y confesiones utilizan mucho el silencio interactivo como lenguaje radiofónico.


UN PROGRAMA RADIOFÓNICO PASO A PASO

Un programa de radio es un conjunto de emisiones (mensajes radiofónicos) que responden a una misma temática, un mismo formato, durante un tiempo determinado y en la misma franja horaria normalmente.

El programa se reconoce por su nombre, su temática, sus características, su emisora y por quienes intervienen en él, si bien, a lo largo del tiempo, todos estos elementos salvo el primero pueden ir variando aunque nos refiramos al mismo programa.

¿Cómo se crea? Siguiendo estos pasos:

1. La idea inicial

Todo programa de radio comienza indudablemente con una idea: un conjunto de características básicas que conforman la esencia del programa, es decir, los primeros apuntes, que  sufrirán una transformación: algunos se eliminarán y otros evolucionarán hasta que se forme el cuerpo del programa de radio.

Ejemplos de ideas de programas:

  • Un programa de cine fantástico de ciencia ficción con estrenos, críticas de las películas y noticias.
  • Un programa de música jazz con agenda cultural, actuaciones en directo y entrevistas a artistas
  • Un programa informativo con noticias de actualidad y última hora
  • Un programa de contenidos de entretenimiento
  • Un programa de ámbito local con vocación de servicio público.

Como se puede comprobar, son ideas sin matizar, muy generales. A partir de cada una de ellas se podrían hacer programas diferentes en su estructura y contenidos. Una vez que se tiene la idea base del programa, se desarrolla  siguiendo una serie de criterios diversos (un orden lógico, contenidos , la audiencia, duración o su hora de emisión). 

2. Los contenidos

Básicamente, consiste en desarrollar la idea principal de manera pormenorizada. Hay que precisar qué contenidos conforman el programa; en función de ellos, este se podrá englobar en un género radiofónico específico.

Este esquema relaciona género radiofónico y tipo de programa:

Fuente: www.avvcanillejas.org/docs/PROYECCION_DE_UN_PROGRAMA_DE_RADIO.pdf

Los contenidos se enmarcarán, más adelante, en las secciones que se elaborarán en nuestro programa de radio. Estos contenidos, pueden estar sujetos a muchos cambios antes de decidir finalmente la estructura total de nuestro programa. De hecho, debemos hacernos a la idea de que, en la radio, prácticamente todo está sujeto a cambios constantes.

3. Los objetivos

Evidentemente, el primer objetivo de todo programa de radio es que sea escuchado por una audiencia y que esta sea la más amplia posible. Pero, en ccuanto a la finalidad general del programa hay que decidir qué se quiere:  un programa informativo, de entretenimiento, de servicio público, etc.

Los mismos contenidos se pueden tratar desde distintos puntos de vista y con distintas técnicas para lograr distintos objetivos. Por ejemplo: una entrevista para informar de la trayectoria musical de una artista o para conocer las ideas con respecto a temas sociales de interés publico que tenga esa artista; dos objetivos distintos con un mismo contenido radiofónico.

Por tanto los objetivos se plantean en esta fase, ya que estos conforman la estructura del programa. Esta claro que si el objetivo principal es hacer reír no se podrá incluir una sección de sucesos, o si por el contrario, es hacer que la audiencia conozca la problemática social de entorno, no tendría mucho sentido desarrollar una sección de horóscopos.

4. El receptor: la audiencia

Se parte de la audiencia potencial a la que va dirigido, entendiendo por audiencia potencial las personas que pueden escuchar el programa, la cual no hay que confundirlo con la audiencia real que será un determinado número de personas (se mide técnicamente mediante índices) y que puede coincidir con la edad, sexo e intereses culturales de la audiencia potencial. De esta forma, los contenidos deberán ser acordes con la audiencia a la que deseemos dirigirnos.

Un programa puede tener una audiencia muy concreta o estar abierto a diferentes audiencias en función de sus contenidos. Generalizar o particularizar la audiencia de un programa depende de los objetivos finales.

5. Franja horaria y duración

A la hora de crear un programa hay que decidir cuestiones prácticas como cuánto va a durar cada emisión del programa, con qué frecuencia se emite, en qué horario o dentro de qué franja horaria y durante cuánto tiempo estará el programa en antena.

  1. La duración del programa: el tiempo que el programa estará en antena desde su primera hasta la última emisión. Pueden ser unos días, meses, un año, etc. El tiempo está en función de los objetivos que se quieran conseguir (la Vuelta Ciclista, las Olimpiadas, la retransmisión del Festival de Cannes, etc.)
  2. La duración de la emisión: es el tiempo que dura cada emisión de un mismo programa. Casi siempre va a tener la misma duración. Dependerá del tipo de programa que sea (un boletín horario no dura en antena más de 5 minutos más o menos, un magacine puede durar hasta 6 horas... ).
  3. La frecuencia de la emisión: la periodicidad con la que saldrá en antena (semanal, mensual, diaria, cada hora en punto...).
  4. El horario en el que se emite el programa (de 18 a 19 horas, por ejemplo); tampoco suele variar a lo largo de una temporada, a menos que haya un retoque en la parrilla de programación de la emisora.

Muchas veces, estas cuestiones vienen determinadas por fuentes externas (la dirección de la emisora, las épocas del año, determinados eventos que se desarrollan en un tiempo determinado, etc.) aunque otras veces se pueden elegir uno o varios de estos parámetros.

La clave está en adecuar los contenidos, la audiencia y los objetivos, al horario y duración necesarios del programa. Que el programa tenga posibilidades de ser escuchado y seguido por oyentes se consigue haciendo que todos estos criterios se combinen de forma complementaria. No ha de fallar ninguno.
La duración de la emisión

6. Sinopsis

Una vez que se han concretado los anteriores parámetros, es hora de darle forma,  crear el cuerpo del programa, que estará formado por todas las secciones y contenidos que ocuparán el horario de  emisión. Nada ha de quedar al azar, pues a partir de la sinopsis se debería poder organizar todas las emisiones futuras del programa. De hecho, la sinopsis no es más que un resumen muy detallado de los contenidos, aunque no supera unas pocas páginas escritas.

En estas, además de resumir concienzudamente los contenidos, se da la información necesaria para conocer el nombre del programa, los horarios y otros datos de interés, en realidad, la sinopsis es un informe que se presentará al Departamento de  programación de la emisora.

La estructura de la sinopsis nos permite reflejar con exactitud lo que vamos a hacer, pero no cómo lo vamos a hacer; un ejemplo de sinopsis sería el siguiente:

Cabecera:
Fuente: www.avvcanillejas.org/docs/PROYECCION_DE_UN_PROGRAMA_DE_RADIO.pdf
Cuerpo:
Fuente: www.avvcanillejas.org/docs/PROYECCION_DE_UN_PROGRAMA_DE_RADIO.pdfFuente: www.avvcanillejas.org/docs/PROYECCION_DE_UN_PROGRAMA_DE_RADIO.pdf

7. La escaleta

El programa ya está prácticamente definido, pero aún queda un último paso antes de empezar a elaborar el primer guión.  Si con a sinopsis se crea el cuerpo del programa, con la escaleta se crea o la columna vertebral del programa.

La escaleta no es más que la sucesión de todas las secciones del programa de forma ordenada y cronológica. Para dar forma a la escaleta interviene el factor tiempo: un programa dura un determinado tiempo, que además una vez se decida será algo inamovible ya que está dentro de una parrilla de programación con más programas.

De esta forma, no sólo se tienen definidos los contenidos sino que además estarán acotados en el tiempo; constituye una guía fiable de lo que durará un programa y cada apartado, bloque, sección, tema musical, cuña, indicativo, etc. de éste.

La estructura de una escaleta es la siguiente:

Fuente: www.avvcanillejas.org/docs/PROYECCION_DE_UN_PROGRAMA_DE_RADIO.pdf

8. El guion

Ya solo queda darle vida, crear el guión del programa piloto y ponerlo a prueba. Para ello se necesita tener un buen guión literario y técnico o pauta 

es la pieza clave para que locutores y técnicos de sonido se entiendan y sepan qué es lo que configura un espacio en cada momento.

Las pautas las utilizan mucho los técnicos de sonido y vienen bien para los locutores ya que el objetivo de toda pauta es crear un hábito de trabajo que se repita en todas las emisiones con detalles técnicos muy generales.


Guion técnico, literario y radial (Formato) / Guion para radio y tv. from Eddy Lalvay

Fuentes de la información:


Un ejemplo:



Para realizar las actividades propuestas, necesitas la siguiente documentación (pulsa en los enlaces)
ACTIVIDADES  2 - 7
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