El curso pasado vimos en qué consistían los medios de comunicación, cómo era un periódico y uno de los subgéneros periodísticos: la noticia (UD 8); y este año has visto las cartas al director o cartas de los lectores y el artículo de opinión o columna. Ahora vas a conocer otro subgénero: el reportaje.
Como ya sabes, estos tipos de textos periodísticos no son iguales en cuanto a su intención y finalidad, lo que provoca que haya diferencias con respecto a la forma y al contenido. Es por eso que se distinguen géneros diferentes, según la función lingüística predominante:
Actualmente cabe señalar que los lectores están convirtiéndose en “periodistas” improvisados que vierten sus opiniones en Internet: foros, blogs (bitácoras) y redes sociales permiten a sus usuarios registrados informar de hechos recientes y analizarlos, de modo que el carácter biunívoco de la comunicación periodística está en vías de desaparecer. Sin embargo, estas crónicas y comentarios de los lectores no siempre se cimentan en un conocimiento real de los hechos ni en un análisis riguroso apoyado en fuentes contrastadas.Cualquiera puede informar y opinar, pero no cualquiera puede hacerlo de forma fiable.
En
el reportaje se ofrece una información objetiva acerca de un tema de
interés. Sin embargo, se diferencia de la noticia en su mayor extensión
y en su tema, que no tiene que ser necesariamente de actualidad.
Además,
el reportaje adopta un estilo más personal, propio de cada periodista,
que suele acudir al lugar de los hechos, conocer y hablar con los
implicados o testigos, recopilar datos que ayuden a esclarecer los
sucesos, sus causas o consecuencias, etc. Por eso, el reportaje también
contiene opinión, pero no la del periodista, sino la que se deduce de
los datos y testimonios aportados.