Los textos argumentativos son los que tienen la finalidad
de probar o demostrar una idea (o tesis), refutar la contraria o bien
persuadir o disuadir a modo de discurso a un receptor sobre
determinados comportamientos, hechos o ideas.; es decir, su intención
es persuasiva puesto que pretenden convencer al receptor, por lo
que predomina en ellos la
función apelativa del lenguaje, pero también la representativa, ya que
al aportar pruebas para demostrar la tesis, utiliza la exposición.
Así pues, la argumentación no suele darse en estado puro, sino que suele combinarse con la exposición. Mientras la exposición se limita a mostrar, la argumentación intenta demostrar, convencer o cambiar ideas.
A este tipo de textos pertenecen muchos de los actos de comunicación de nuestra vida cotidiana: justificar un retraso, explicar el por qué de una ausencia al trabajo, manifestar una opinión ante un determinado tema, esgrimir las razones por las que nos adherimos o no a una determinada idea o situaciónl, etc. Para cualquiera de estas situaciones, debemos argumentar, es decir, debemos intentar convencer, persuadir a otros acerca de nuestra idea, opinión, o motivación a través de diferentes razonamientos. Para ello, hay que desarrollar ciertas habilidades que nos permitan razonar, justificar, demostrar, explicar, ejemplificar.
Las situaciones más comunes en que se emplea la argumentación son las siguientes:
Argumentar es, así pues, aportar razones para defender una opinión o justificar una actitud o una acción. Por tanto, en ella interviene una parte informativa y una persuasiva; de ahí que las funciones del lenguaje sean la apelativa y la referencial.
El
emisor debe mostrar su capacidad
de razonamiento y ello se traduce en dos
aspectos esenciales:
Los textos argumentativos, como los expositivos, basan una parte importante de su efectividad en la buena organización de las ideas con las que se pretende convencer o persuadir.
Si la argumentación es breve, por ejemplo, la justificación de una respuesta, la estructura es sencilla:
Pero
si se trata de un texto,
entonces deberá presentar las siguientes partes:
Al defender una opinión suele adoptarse una de estas tres posturas argumentativas:
Con el objetivo de lograr persuadir al destinatario, el emisor puede desplegar una serie de estrategias argumentativas, los argumentos o razones que se aportan para defender la tesis
Estos argumentos pueden estar basados en:
La tesis la contaminación daña la salud puede ser apoyada con el hecho de que en las ciudades contaminadas han aumentado las enfermedades respiratorias.
Cada vez que la concentración de partículas aumenta en diez microgramos por metro cúbico de aire, el número de muertes por ataques cardiacos aumenta en un 1,4% y los casos de enfermedades respiratorias, como la bronquitis, en un 3,4%. Los casos de ataques de asma se elevan en un 3%.
El cerebro humano tiene la capacidad para anticipar el peligro. Científicos de la Universidad de Washington han comprobado que una capacidad para poder leer claves en el medio ambiente, las que para otros pueden ser imperceptibles, sería la que permite que algunas personas intuyan lo que va a suceder. Los expertos identificaron un área del cerebro que actúa como un sistema de alerta temprana; este sistema, según ellos, habría sido la razón, por ejemplo, de que aborígenes asiáticos siguiesen a los animales que escaparon del tsunami en diciembre de 2004.
En el contexto de una campaña antitabaco, se realizó un seguimiento durante un año a un grupo de 340 fumadores. La mitad de ellos fueron sometidos a una intervención básica en los centros de salud, consistente en consejos médicos antitabaco y entrega de material informativo. Un año después, se han evaluado los resultados a través de una encuesta que revela que el 41% del grupo intervenido logró abandonar total o parcialmente el consumo de tabaco; en tanto, el grupo no sometido a intervención, mantuvo inalterable su consumo.
El uso prolongado de este medicamento puede producir úlcera gástrica.
¿Qué es el virus sincicial? El sincicial es un virus que produce enfermedad respiratoria en pacientes de cualquier edad, pero con distinta severidad. En los lactantes y niños pequeños es la causa más importante de virus severos y provoca graves problemas obstructivos y bronconeumonias.
En épocas pasadas, las mujeres se casaban muy jóvenes. Julieta, en Romeo y Julieta de Shakespeare, aún no tenía catorce años. En la Edad Media la edad normal del matrimonio para las jóvenes judías era de trece años. Y durante el Imperio romano muchas mujeres romanas contraían matrimonio a los trece años, incluso más jóvenes.
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