Recuerdo que llamó mi atención un hombre que, con aristocrático desdén, no parecía querer unirse a los demás. La luz vacilante de un cirio le daba de lleno en el rostro, en el que ponía largas pinceladas de oro. Era alto y fino. Evocaba los lienzos borrosos de Holbein y de los maestros flamencos. Los lacios cabellos y la barba rubia prestábanle cierto parecido con San Juan Evangelista. Pero lo que más me impresionó fueron sus ojos, maravillosamente puros y azules, llenos de dulzura. Estaba de pie, apoyado contra el dintel de una puerta, y fumaba lentamente en una larga pipa de porcelana alemana. Ignoro de qué modo trabé relación con él. Como por artes mágicas me vi sentado frente a él, ante una mesa en que brillaban dos gruesos vasos de cerveza. Fijeme, entonces, en su raído traje y en la corbata romántica, anudada con despreocupación, y pensé: un poeta. Era un pintor. Así me lo dijo mientras que, en el desvencijado pianillo, una mujer de grandes ojos rasgados comenzó a tocar un nocturno de Chopin.
¿Cuál es el aspecto general del protagonista?
¿Qué dice de su vestimenta?
Por oren de aparición, escribe los elementos del físico que se describen
Caracteriza el rostro como:
¿A qué parte del cuerpo petenecen los cabellos, la barba y los ojos?
Por orden de aparición, describe:
la figura o aspecto general, la cabeza y la vestimenta.
la cara, la figura o aspecto general, la cabeza y la vestimenta.
el rostro, la figura o aspecto general, la cabeza y la vestimenta.
la cabeza, la figura o aspecto general, otra vez la cabeza y la vestimenta.
Teniendo en cuenta lo que has respondido en la cuestión anterior, ¿se puede considerar una descripción ordenada?
Sí; va de lo general a lo particular y vuelta a lo general
No; va de lo general a lo particular y vuelta a lo general