Hace mucho, mucho tiempo, había un búho que trabajaba de tintorero. Todos los pájaros acudían a él para que tiñera sus . El búho era tan bueno en su trabajo, que todos los pájaros estaban encantados con él. Todos excepto el cuervo, que que despreciaba su trabajo. Pero un día, , el cuervo se acercó al búho y le dijo: - Tiñe también mis plumas, pero de un color único, nunca visto en un ave. El búho pensó mucho y, finalmente, se decidió por el negro. - Ahora tus plumas son de un color como no se ha visto antes en el cielo - dijo el búho después de haber terminado su trabajo. Cuando el cuervo se dio cuenta de que sus plumas eran totalmente negras, como si estuviera cubierto de hollín , se enfadó muchísimo. Pero ya no podía hacer nada, así que . Y a partir de entonces todos los cuervos son negros. . Cada vez que le ven, y, si pudieran, acabarían con él. Es por eso que los búhos decidieron dormir de día y salir a cazar de noche, y no corren peligro de ser atacados.
Cuento tradicional japonés Cajón de sastre: se tuvo que resignar cuando los cuervos cantan dulcemente Pero aunque se resignaron, nunca perdonaron al búho antes de decidir qué color usar cuando los cuervos están durmiendo plumas de los colores más inverosímiles se le echan encima de la cabeza a los pies estaba tan orgulloso de su plumaje blanco inmaculado cansado de tanto blancor cansado de la blancura de su pelaje Desde entonces los cuervos están tremendamente agradecidos